martes, 22 de julio de 2014

Canchaque, paraíso oculto


Plaza De Canchaque

Al enterarnos que en el mes de junio se llevaría a cabo el viaje de turismo y que el destino era Canchaque, surgió entre nosotras un deseo inmenso de que llegue el día planificado. Pasaron las semanas y el día llegó. Aún recuerdo los días previos, las chicas comentaban que hacía varias noches no podían dormir por la emoción del viaje. Estábamos nerviosas y emocionadas a la vez. Íbamos a viajar en grupo a aquel maravilloso lugar del que tanto nos habían hablado. A ese lugar en el que se esconde el  paraíso, Canchaque.

El viaje duró tres horas desde la ciudad de Piura. Su clima es perfecto, pues se encuentra en ese punto medio que a todo el mundo le agrada, es decir, ni muy frío ni muy cálido. Esto hace que la estadía sea encantadora. A ello, se le agrega la tranquilidad de los paisajes, formados por robles y quebradas. Nos transportan a un lugar donde la naturaleza y el hombre conviven en armonía. Pudimos “desintoxicar” nuestros pulmones, saturados del smog de la ciudad y dejar de lado la desgastante rutina. Allí, disfrutamos de la diversidad de flora y fauna que alberga y envuelve el hermoso lugar.

El poblado posee diversos atractivos turísticos que pueden ser visitados en cualquier época del año. Desde la Plaza de Armas hasta Los Peroles, cada uno de los rincones de Canchaque son fascinantes. El fervor de su gente por la virgen del Agua Bendita, se evidencia en su vida diaria. La acogida al turista, el trato amable, la exaltación de sus costumbres y creencias, convierten a Canchaque en un lugar de ensueño.

Lucy Carmona Valdivia

5º "D"

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